miércoles, 21 de julio de 2010

El abuelo del GAL descansa en Balanegra

Hay en los abuelos un aire seráfico, de paz, de la quietud que nace de la experiencia y de los sinsabores de la vida, que hace que tenga una especial inclinación por ellos, seres rebosantes de sabiduría, bondad y tolerancia. Cuando los veo con un nieto sentado en las rodillas, y la mirada arrobada en los rizos que caen sobre la frente de la sangre de su sangre, me entra un ataque de sentimentalismo que no puedo controlar: creo en la humanidad y maldigo mi pesimismo. Hasta ayer, que esa idealización se dio de bruces con la realidad, mejor dicho, se dio de bruces con José Barrionuevo, sentado displicente en una hamaca haciendo como que lee, con los labios contraídos y los músculos de la cara tan tensos que parecen que se vayan a romper. Pegado a la valla del jardín de su casa en Balanegra, el nieto lo contempla en la lejanía.

Barrionuevo confiesa en Vanity Fair: “He pasado página, no tengo ningún cargo de conciencia. La sentencia que me condenó fue injusta”. El arrepentimiento es una palabra que desconoce, no siente culpa ni vergüenza ni remordimiento, y si vanagloria de sus actos. De otra manera no se entiende que escoja como lugar de veraneo en Almería Balanegra y no Playa Amarga, demostración de que por sus cojones no se retracta de los 23 muertos del GAL.

La entrevista destila una fe inquebrantable en la sagrada misión de salvar a las futuras generaciones del monstruo de ETA, y que cualquier medio para conseguirlo es lícito. Comenta de su carismático jefe Felipe González: “a todos nos fascinaba”. ¿Fue esa fascinación lo que llevó a la creación del GAL, al igual que el pueblo alemán siguió el "fascinante" pogromo? En la fotografía de Barrionuevo se entrevé sin mucho esfuerzo imaginativo una naturaleza restringida, pervertida y fanática que justifica cualquier barbaridad. No tengo duda de que esa certeza dogmática, de la que hace gala, es la que anida en lo profundo de los más implacables tiranos, ese afán de preservar sus principios absolutos a expensa de la vida humana ofende a los hombres. Y mientras él descansa bajo la sombra de la pita, sin darse cuenta de la validez relativa de las convicciones de uno y arrinconando en el retrete de la conciencia el dicho: “cada hombre es el mejor juez de sus actos”; Cabellos Blancos, mister X, se dedica al diseño de joyas, a malmeter en su partido y a dárselas de sabio abuelo de la democracia mandanga.

Después de leer sus declaraciones y de recordar aquellos años, me queda una sensación de claustrofobia, de sofoco intelectual y moral, que no tengo más remedio que irme cuanto antes de vacaciones a la cala de San Pedro.

lunes, 19 de julio de 2010

De putas y diputados

Ya ha pasado el tiempo de La Roja y ahora viene el de las putas. De los vínculos emocionales más básicos de nuestra especie al sexo, el gobierno de Mandanga se mueve divinamente en el complejo arte musical del divertimento y en el de las maniobras orquestales. Reconozco lo que es de ley: son unos maestros a la hora de tejer cortinas de humo. Si no es que un titular desbanque a otro, ya me dirán a santo de qué al final del Debate de la Nación Casper de la Moncloa rice el rizo de las prioridades y suelte, como él que no quiere la cosa: “mientras siga existiendo anuncios de contactos, se estará contribuyendo a la normalización de la explotación sexual”. O es un idiota sin remedio o es más listo que el hambre o en el equipo del gobierno hay un elemento que podría hacerle sombra al mismísimo Dr. No, en cuanto a esbozar ideas diabólicas. Por hacer un símil más acorde con el tema en cuestión: ante la duda la más tetuda.

Pero en esto de perseguir, abolir y prohibir la prostitución, los dos partidos prescindibles son iguales de hipócritas, ya lo disfracen de lucha contra el pecado de la carne o de dignidad de la mujer. Se olvidan que el fundamento de las normas morales está en la propia conciencia del ser, y éste alcanza la madurez cuando percibe que las normas no se las imponen desde el exterior, sino que están asentadas en su corazón (en esto de ser páter sólo admito al Sr. Pascal Vankaren, y a veces me cuesta). Para apreciar este olvido, no hay nada más que ver las meretrices disfrazadas de diputadas que asientan sus culos en el hemiciclo. O es qué a estas alturas vamos a ser como los del siglo XVIII, que admiraban a las cortesanas y despreciaban a las que malvivían en los quicios de las mancebías. ¿Díganme, es más zorrón el que vende su cuerpo por dinero que el que lo vende por medrar, con el consiguiente aumento de sus bienes y posición?

Mandanga es un pueblo y nos sabemos la vida de todos; cuando veo, escucho o leo una declaración de alguno de nuestros ensalzados dignatarios, poseedores de un gran cuajo moral, no puedo evitar cantar la estrofa de Vetusta Morla: “hoy la puta se viste de rey, nadie le cree, nadie se lo cree”.

jueves, 15 de julio de 2010

Del nuevo modelo productivo al modelo "me lo llevo puesto"

De un tiempo a esta parte intento averiguar lo qué significa el tan traído y llevado nuevo modelo productivo. Dirán ustedes que es fácil, que un nuevo modelo productivo es un nuevo modelo productivo, algo así como la frase de Gertrude Stein: “una rosa es una rosa”. La comparación no me vale, porque una rosa se ve, se huele, se toca y a veces te pincha con sus espinas. ¿Pero, y un nuevo modelo productivo? ¿Se puede demostrar su existencia? ¿Eh? Con esta incógnita ando liada desde que comenzó la Crisisquécrisis, momento en que Casper de la Moncloa dijo: “tenemos que avanzar en la consecución de un nuevo modelo productivo”. Después he oído la frase al acicalado bombillero, Miguel Sebastián, a la veraneante de la Côte d’Azur, Elena Salgado, creo haberla escuchado hasta en el comedido dimisionario, Pedro Solbes, y ayer se la escuche al portavoz del Partido Progresismo Avanzado, José Antonio Alonso.

Ellos parecen seguros del significado, pero yo… sigo sin ver la luz. Busco en los libros de economía, pregunto a los sabios economistas y la repuesta es siempre la misma: concepto inexistente, una entelequia. Como soy una persona perseverante me he ido a Aristóteles, padre de la entelequia. La mente se abre un poco al concepto productivo. Para el Estagirita la entelequia constituye el cumplimiento de un proceso cuyo fin se halla en la misma entidad, y cuyo ejemplo vemos en el alma. ¡Joder, y yo que los tenía por unos materialistas dialécticos! Me bullen las entrañas y necesito saber máááás. Modelo: “es aquello a que tiende toda realidad o supuesta realidad, para ser plenamente sí misma en vez de ser una sombra”. ¡Buenooo, acabo de hacer la madre y el padre de todos los descubrimientos: SON AGNÓSTICOS!

Estoy en estas investigaciones cuando Bruno me llama al móvil. “¿Qué haces?”. “Aquí, enredada con el nuevo modelo productivo”. “Mira que eres obsesiva, dos años con el mismo tema”. “De obsesiva nada, perseverante”. “Pero si lo hemos hablado mil veces, para que un modelo productivo, el que sea, se desarrolle en una sociedad avanzada tienen que cumplirse tres condiciones: que funcionen el sistema jurídico, el sistema de propiedad privada y el sistema financiero. ¿Se dan los tres requisitos en Mandanga?”. No contesto de la corajina que tengo. “¿Quieres que vaya a verte?”. “Vale (no tengo voluntad)”. Colgamos.

Viendo que hay dos que cojean, y preguntándome si la apropiación indebida, el cohecho y el tráfico de influencias atentan contra la propiedad privada, me doy por cachifundia. Sí, es una entelequia el nuevo modelo productivo, cosas del alma…

P.S. El pasado sábado en la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo, con motivo del enlace de la señorita Inmaculada Sánchez, hija del presidente de Iberdrola, y don David Mesonero se reunió lo más granado de la sociedad mandanga; entre otros, José Bono y Francisco Camps. La gente del lugar al verlos pasar camino de la iglesia comentaban: “Por ahí viene el del traje”, “¿no es el de la hípica?”. Puede que sea apócrifo, pero me aseguran que la Banda del Mirlitón amenizó la fiesta.

lunes, 12 de julio de 2010

Si fallor sum

Occidente se bambolea entre la apariencia de un quirófano inmaculado de bacterias y las cocinas que salen en la revista “Architectural Digest”, esas en las que nada está fuera de sitio porque no hay nada a la vista, dónde está la nevera, dónde las migas de pan, hay alguien ahí, imposible saberlo, porque todo está integrado y no se aprecia mancha alguna de la existencia humana. Occidente es una monstruosa fábrica de asépticos corazones enlatados, cualquier estado que altere el contenido de la conserva debe ser eliminado o al menos disimulado cuanto sea posible. Esta simulación ha acabado con el “ser moderno” y en su lugar resurge con fuerza arrolladora el “ser gazmoño”, ya sea en nuestra vida privada o con el grupo con el que te identificas. Es el tiempo de la mojigatería.

El puritanismo tiende hacía la corrección de las formas, cabalga sobre lo políticamente correcto; pero a poco que nos quedemos mirando la cuenca vacía de sus ojos, vemos los gusanos de la perversión y de la corrupción más vivos que nunca. En esta hipócrita época el error no tiene cabida; y es por eso que se le ha de amar más que nunca y tomar como bandera la proposición de San Agustín: Si fallor sum (si me equivoco existo). Y en ello está la grandeza de George Michael y el esplendido culo disidente de la carátula del último disco de Scissor Sisters.

A George Michael deberíamos hacerle un monumento por su continuo errar bajo los focos de la luz pública. Ha sido arrestado tres veces por posesión de marihuana y demás drogas interesantes; ha perdido otras tantas el permiso de conducir por el mismo motivo: ir fumao; fue condenado por seducir a un policía de paisano en los baños públicos de Beverly Hills. Yo, francamente, a quien condenaría sería al jefe de policía de Los Ángeles por el fanatismo en la persecución sexual y por ir a lo fácil; pues a dónde vamos a ir en busca de la soledad de los cuerpos, si no es a lo marginal, allí donde la otredad se hace manifiesta. El 4 de julio de nuevo calló o más bien se empotró en un escaparate de Londres; ahora investigan, sospechan que no estaba en condiciones de conducir. Él no tiene empacho en reconocer su “problema”, aunque no puede evitar la recaída ni mofarse con sus videos de la autoridad.

Si pagaría por el monumento a George Maichel, qué no daría al pirata que borre del espacio interestelar a Facebook. A la red social le resultan indecentes y de mal gusto los traseros de los hombres; aunque sea una fotografía de Robert Mappelethorpe y el culo del bailarín Peter Reed en la portada del disco “Night Work”. Me aterra el rumbo de este siglo que comienza, al ver el dominio de la censura más rancia y paleta en un lugar en el que hay millones de personas conectadas.

miércoles, 7 de julio de 2010

Alex de la Iglesia la toma con los tomates

Una mujer espectacular -horma Sara Carbonero- y un hombre, digamos corriente, pero con un obsesivo pensamiento martilleándole la entrepierna, están sentados en dos mullidos sillones rosas del espaaacio de moda en Madrid, Charada. Él habla y habla sobre Lacan, les Cahiers du Cinéma, de la felicidad según Punset, un poco de Lévi-Strauss, otro de su escritor favorito, Enrique Vilas Matas; pasan las horas, y él habla, y habla, y ella calla, y calla. Al final agotado, porque la táctica parece que le falla, le pregunta: “¿bueno, no dices nada?”. Y ella le responde: “pá qué pá cagagla”. Este episodio cuando se da entre gente anónima no tiene mayor transcendencia, no así cuando abre la boca y la caga el presidente de la Academia de Cine de Mandanga.

Alex de la iglesia debería dedicar todas sus energías a dirigir películas, y si le piden una entrevista declinar la oferta, no está dotado. Tampoco pasa nada, ya cuenta con uno de los mejores filmes mandangos: El Día de la Bestia. Pero habrán muchos, entre los que me incluyo, que después de leer sus declaraciones en 20 minutos y en El Mundo nos hayamos quedado como el “hombre corriente”: desinflados. Costará lo suyo que se nos vuelvan a empinar las ganas de saber, de conocer sus agudas reflexiones.

El cineasta ha recibido el Premio Nacional de Cinematografía por “su trayectoria profesional innovadora y transgresora”. “No, no, yo no me lo merezco, hay otros mejores que yo”, dice el transgresivo. Pues lo tienes fácil, ¿no? ¡Ah, son los 30.000 euros! Mira tú, el rebelde quebrantador de normas por dónde nos sale. Para él, lo importante “no son los principios, sino los finales”, no es menester que lo jure. Cómo presidente le da rabia que se hable de subvenciones, especialmente a los tomates: “No estamos más subvencionados que los tomates”. En esto de regalar el dinero ni a los tomates; pero puestos, elijo el tomate que está tranquilo en su rama, además tiene cantidad de vitaminas, minerales y me hago con él unas mascarillas que para si las quisiera kate Moss. Está convencido de que “nuestras películas son horrorosas”; y a continuación “pido al público que no se crea que el cine es malo: que las vean primero, y después opinen”. Alex querido, o son espantosas o son buenas, pero las dos cosas al mismo tiempo va a ser que no. Supongamos que de buena fe, por eso del opinar con criterio, voy a ver cine mandango, y me arrean el típico dramón de la Guerra Civil o la soledad del pepinillo en vinagre. ¿Quién me devuelve el dinero, la Academia o el Ministerio de cultura? A la pregunta “¿dónde aprendió todo eso, de su propia experiencia o fijándose en la de otros países?” Contesta: “las dos cosas. Mi modelo es el cine francés”. Y yo en la inopia, nunca hubiera imaginado que “Acción Mutante” hunde sus raíces en “Lancelot du Lac” de Bresson o igual se refiere a “Les visiteurs” de Jean-Marie Poiré, conocida en Mandanga por “Los visitantes no nacieron ayer”.

Os dejo, me ha convencido el de la fotocopiadora para ver en su casa el partido de La Roja contra Deutschland.

lunes, 5 de julio de 2010

Masoquismo histórico o la imposibilidad de la huída

Vivir en Mandanga puede producir enfermedades nerviosas, y no es de extrañar, porque ante las ocurrencias de los partidos políticos no sabemos si llorar o reír; y, mientras lloramos y reímos a la vez, nuestro sistema inmunológico se resiente y vamos irremediablemente hacia el masoquismo histórico, esa enfermedad de difícil recuperación en la que caímos a finales del siglo XVII y de la que nunca saldremos. Cuando somos jóvenes, creemos que nunca nos alcanzará, y miramos a los afectados con desdén. Sé de lo que hablo. Hace años estuve un tiempo viajando en compañía de Santiago Amón, buscábamos otros lugares, otros caminos olvidados del reino. La juventud es arrogante, y en aquellos días lo desprecie, sólo vi lo superficial, un hombre con complejo de superioridad que le gustaba llamar la atención por medio de frases redondas sin ningún contenido, frases impactantes, inventadas para dejar a la audiencia noqueada y con la boca abierta. Cómo cuando me decía: “en Mandanga no cabe un tonto más. Vete cuanto antes Carlota o acabarás no creyendo en nada como yo”. Ahora que ha pasado el tiempo, me doy cuenta de que fui soberbia e injusta, y echo de menos aquellas largas conversaciones esperando el amanecer.

Pertenecemos a un pueblo decadente, sin formación, oportunista y estúpido hasta la nausea, y los líderes son su reflejo (no se puede sacar dónde no hay). Me diréis que hoy me he levantado amargada, nada más lejos de la realidad; el fin de semana ha sido espléndido, a pesar de las memeces de nuestros sabios, y de su particular arte de la "gobernanza".

Ya es tarde para marcharme, estoy enganchada al masoquismo histórico, y confieso que siento un malsano placer al leer en el Pravda dos noticias espectaculares, una vuelta más de tuerca difícil de superar por estos deficientes mentales. La primera: el PSdG y el BNG eleva la leyenda a la categoría de suceso histórico; y como ellos no van a ser menos en cuanto a señas de identidad, y para “chulo, chulo su pirulo”, piden definir a Galicia como “Nazon de Breogán” en el preámbulo del Estatuto. No puedo hacer comentario alguno, la información lo dice todo y las palabras se quedan pobres. La segunda viene de la mano de la Secretaría de Estado de Comunicación que aprovechará la reforma de la web del Gobierno para eliminar el nombre del dictador Francisco Franco del listado de jefes del Ejecutivo desde 1823. O sea entre 1939 y 1975 aquí en Mandanga hubo un agujero negro de la historia. ¡Borremos los nombres, destruyamos las imágenes, qué no quede rastro de Cartago!

Cuánta razón esconde el aforismo de Cioran: “Sin la asiduidad del ridículo, ¿hubiera durado más de una generación la especie humana”.

jueves, 1 de julio de 2010

Y parió la burra...

“Y yo que hasta ayer solo fui una antiinnatista, la, la, laaa… Le quiero a morir”. Bueno, ya sé que he hecho unos pequeños cambios en la letra de Francis Cabrel; pero es que no puede ser de otra manera, después de que una de mi más arraigas creencias diera un vuelco y se transformara justo en la antítesis. La catarsis sucedió anteayer a eso de la 12.30, cuando un compañero de la oficina y yo manteníamos una relajada conversación junto a la fotocopiadora. El tema, cómo no, versaba sobre el partido que enfrentaría a La Roja con Portugal esa misma noche. Lo que podría haber sido el comienzo de una historia pasional, se quedo en comienzo, y punto; tengo que tener la sutileza femenina bajo mínimos, porque mira que decirle que no me gusta ningún deporte de masas. "¡Mujer, qué es Mandanga!", insistió. "Pues eso, que le den", contesté. "El principio de pertenencia al grupo es innato, te guste o no Carlota". Y me dejó con un palmo de narices, y la peña revuelta por el cacho notición: "Estatut, Estatut, tenemos Estatut".

Breve resumen de la doctrina innatista, de la que hasta ayer, como quién dice, me producía alergia: hay ciertas ideas, principios, nociones que son innatas, es decir, que son poseídas por el espíritu de todos los hombres, especialmente los catalanes, sin excepción. Algunos autores señalan que es en la madurez donde se revelan tales principios. Ej., la idea de identidad y la figura del caganer.

Ha costado cuatro años, pero al final parió la burra, para el resultado podía haber sido una gestación normal, nueve meses y hala, a seguir con la rutina. Una vez leída la sentencia por encima (tonterías las precisas), no hace falta ser catedrático de derecho constitucional para saber que es un parche. El Tribunal Constitucional ha avalado la mayoría del articulado, ha declarado inconstitucional 14 y deja al albur de la interpretación 27 o sea vía libre al soberanismo del condado. Entre estos interpretables se encuentran mis preferidos: el artículo 5. "el autogobierno de Cataluña se fundamenta en los derechos históricos del pueblo seny, en sus instituciones seculares (lo de secular siempre me pone)…"; y el artículo 8.1 "Cataluña tiene como símbolos nacionales la bandera, la fiesta y el himno…". Qué tierno, verdad. El qué no se innata es porque no quiere.

Las reacciones no se han hecho esperar. El inútil de Casper muere de gozo; el sin chicha de Mariano acata, y está más contento que un ocho, porque el TC “estima buena parte del recurso” (14 de 125, ya me dirán la "buena parte"); Mas, Pujol y el Amontillao humillados, ofendidos y con ganas de marcha, quieren el Estatut a morir. Y de nuevo vuelve la pesadez, los tiempos de llanto y victimismo. ¡Referéndum ya!, a ver si tenemos suerte, sacan el ansiado 80% y nos dejan en paz. Lo de ser innato tiene más ventajas que inconvenientes, poseen la evidencia de la “verdad suprema” y unos principios concedidos por Dios cuando nada existía, que se manifiestan siempre, sin ninguna traba. Así que, vista la superioridad moral que otorga ser un Innatius Reilly, me dejé llevar por el gol de Villa, y lloré a moco tendido.