¿Y la derecha súper centrada? Calla cual puta, con ella no va el tema, vamos qué ni existe; los cobardes envían a sus voceros para que den la cara por ellos y de paso infectar a la opinión pública con el virus de la suspicacia. Leemos y oímos las cantinelas de siempre: que está el PSOE detrás, que la mano de Rubalcaba mece la cuna, que a quién beneficia, que son jóvenes “utópicos”, que es un montaje, que el Congreso es el lugar dónde debatir los problemas de la democracia, que, que, que…
Es el extravío de la razón política, el absolutismo de la mayoría parlamentaria, la que nos ha llevado a la despolitización, a la profunda crisis de representatividad, a la deriva oligárquica de los partidos y de las instituciones que okupan, a la corrupción de sus miembros, a convertirse en agencias de colocación y gestión de los intereses grupales, a la opacidad de sus actos, a los conglomerados mediáticos siempre serviles. Daba igual, sin el menor pudor han utilizado la confrontación, la mentira, ETA y el dinero público para su propio beneficio. ¿Qué esperaban al convertir la democracia en una palabra hueca, proscrita, incluso, en su funcionamiento interno?: desafección y abstención. Amén.