lunes, 20 de junio de 2011

Con la balalaica en San Petersburgo

Si quitamos a Leopoldo Calvo Sotelo, fuera del síndrome de la vida, y a Adolfo Suárez, perdido en el olvido, el resto de los ex padecen furor conferenciante. Normal, una vez que presides te viene la iluminación, y tienes que sacarla cómo sea. Y así vemos a González y Aznar disertar sobre “Terrorismo de Estado: un antes y un después”, “ lo importante son los colores, no el gato, y mucho menos los ratones”, “el reto de Mandanga ante el anticiclón de Las Azores”, “¿Cómo aprender inglés con Murdoch?...

Casper de la Moncloa no ha esperado a ser “ex”, y ya ha dado su primer pinito en la patria de la balalaica.

Lugar: Foro Económico Internacional de San Petersburgo
Título: ‘Cómo hundir una nación en cuatro años. Ejemplos prácticos’
Frases memorables: “ debo estar concentrado en esta tarea” (se refiere a la recuperación económica no al adelanto electoral, ¡pardillos!), “la recuperación de la economía mandanga se basa fundamentalmente en su capacidad de exportación” (no se refiere a nada, ¿quizá al pepino?), “transparencia, orden y supervisión” (se refiere a Miguel Fernández Ordóñez), “crecimiento económico más inclusivo e integrador” (El Soool vaaa doraaando la esteeepa…), “mayor cooperación entre países, organizaciones regionales y potencias mundiales en un mundo abierto” (… con oooro del aaatardeceeer…), “mi convicción es que esto se va a superar” (se refiere a que dentro de cien años todos Calvos Sotelos)


miércoles, 15 de junio de 2011

Trastos inútiles


Menos mal que se acabó mayo, mes de infaustos recuerdos, los abstencionistas volvimos a ser cuatro y en lo tocante a lo personal ni mencionarlo, más vale olvidar. Lo bueno de ser mitad flamenca y mitad mandanga es que me afecta sólo un cincuenta por ciento la actual desesperanza del país, y desde el uno de junio mi vida gira en torno a la noche de San Juan.

Dirán que veintitrés días para organizar una fiesta ya son días, que Carolina de Mónaco con menos prepara el “Baile de la Rosa”. Pero es que para que una fiesta sea un éxito nada se puede dejar al azar, los detalles cuentan. No es fácil meter una treintena de invitados en algo parecido al “Cuchitril de Joe”, que se sientan cómodos y, además, puedan bailar al ritmo de Massive Attack; elegir un menú adecuado lleva lo suyo (en este apartado he optado por carabineros y chuletones braseados a la barbacoa); acondicionar el balcón para la hoguera no tiene mayor problema… Iba sobrada hasta que me atasque. ¿Qué trastos inútiles quemo?

Sólo disponía de la última novela de Javier Marías, busqué por la basura del barrio. Nada. Soy una lerda, porque sin ánimo de ofender Mandanga está repleta de trastos y personajes inútiles. Sin ir más lejos el Tribunal Inconstitucional.

P.S. Si no os dejan dimitir, desertad, que no os van a enchironar.

domingo, 12 de junio de 2011

"La Nube"

Como el Sócrates de Aristófanes, podría estar colgada de una cesta un día entero, sin otro fin que resolver el problema de cuántos saltos tuvo que dar la pulga que pico a Querefonte. No comparto el sentido peyorativo que tiene “vivir en las nubes”, cuando la ociosidad debería ser un privilegio de todos. Gracias a que estoy en las nubes no me apercibo de la realidad de Mandanga, lo cual ya es un alivio.

Hasta anteayer las nubes eran democráticas y plurales, cada uno perdíamos el tiempo mirando nuestras ‘propias’ nubes; y si nos daba un ramalazo de generosidad o nos sentíamos solos invitábamos a algún amigo a visitarlas (casi siempre con poca fortuna porque las ensoñaciones son difíciles de compartir).

Los cúmulos, nimbos, cirros y estratos han desaparecido, y su lugar lo ocupa ahora “La Nube” de Steve Jobs. Es normal que Steve Jobs a medio paso de la muerte se revele y encuentre “el centro de la vida digital en La Nube”. Puro instinto de supervivencia, pero mi instinto se niega a deambular en una única nube transitada por toda la humanidad; y con todo lo peor no es sentirme vigilada, lo peor es tener de vecino nuberil a un Pepiño, a un Camps, a un Ferrán Adrià llorando a moco tendido porque “es muy duro que me paren por la calle para decirme que no pueden comer en casa porque no tenemos mesa hasta dentro de dos años”. ¡Qué distracción, qué ruido!

lunes, 6 de junio de 2011

Reales adherencias

La adolescencia es sin duda la peor etapa de nuestra existencia. Los mayores peligros para la formación de la personalidad de estos capullos son las malas compañías y la manía de tener un modelo a seguir. Los padres y educadores, si no quieren que comportamientos adquiridos en esos fatídicos años se conviertan en adherencias que envicien el carácter adulto, deben practicar dos cualidades: la paciencia de un monje sintoísta y simular que sus vidas, sobre todo la intelectual, les interesa.

El ejemplo de un hombre echado a perder por seguir un modelo sin estatura moral, lo tenemos en Juan Carlos. La educación necesita de unos fuertes cimientos, si los cimientos del jefe de estado han sido los del dictador, se comprende mejor esta democracia de serie B que tenemos. La semana pasada el joven de ojos alegres y boca risueña de aquellos tiempos de sepia, bobonizado por las adherencias, ha instaurado para su persona y su casa lo que mamó en su juventud: la censura.

Juan Carlos, rey de Mandanga por la gracia de Francisco Franco, ya no guarda ni las apariencias. Acabada con la libertad de prensa para los Intocables, pronto veremos volver del exilio y pasear por el robódromo de Palma Arena a Iñaki Urdangarín. ¡Chitón!

jueves, 2 de junio de 2011

Pepino el Breve

Estar toda una vida politiqueando en las cloacas, limpiando los excrementos que otros van dejando: duele. Duele que a uno sólo le reconozcan la cualidad del porquero y no la del estadista. Y duele que unos pocos militantes escogidos (a puerta cerrada) sean los únicos que le sigan en la trampa de lo que es bueno para el partido, es bueno para Mandanga.

Veintinueve años se ha pasado trabajándose la “marca Rubalcaba” de hombre inteligente, de nervios templados, de recursos silentes; y la precipitación por el poder, el ansia de reconocimiento que domina al sujeto revela lo que en verdad es: un pepino acuoso. Una engañifa.

miércoles, 1 de junio de 2011

El pepino de Clara

Cada momento histórico tiene un final acorde a su desarrollo, unas veces es trágico, otras heroico y otras grotesco. Son momentos cargados de intensa voluptuosidad, ese regodeo carnal que produce el pánico a la pérdida.

El final del gobierno de Casper de la Moncloa ha sido como el de la invasión de las vainas extraterrestres, pero con pepinos. Enormes pepinos, tan… jugosos, tan… apetecibles, que al explotar en la boca de la Consejera de Agricultura de Andalucía, por falta de costumbre o de refinamiento, la sensualidad del acto pasa a pornografía. Se ve por la cara de asco de Clara Aguilera, por la manera en que entreabre los labios, por esos ojos extraviados en la mata que está más habituada a meterse en el gaznate gruesas salchichas de Hamburgo, y que le falta practicar con lo verde.


                        'Y qué hago yo con esto'