Viendo el Sol naciente del que surge en un horizonte infinito de esperanzas la palabra SORTU, el rayon vert abertzale, una lo primero que hace es cuadrarse brazo en alto junto a Rufi Etxeberria y Asociados, y cantar voz en grito aquello de Arriba escuadras a venceeer que en Euskadi comienza a amaneceeer y a continuación Die Fahne hoch/Die Reihen fest geschlossen. Me cuesta auto controlarme; pero al final lo consigo, poniendo en el tocadisco dios salve a la reina, versión Sex Pistols.
El logotipo de SORTU es más apropiado para el Dalai Lama o para el anuncio de la playa de Zarautz; lo que me da por pensar que ha sido diseñado por consenso asambleario, a ningún creativo, y mira que se les va la olla, se les ocurriría asociar la idea de ‘un nuevo día’, ‘un futuro por construir’ sobre novecientos muertos de ETA. Aun así, parece que el ‘amarillo felicidad’ del Sol produce un efecto subliminal en determinadas mentes aquejadas de falta de escrúpulos, léase Jesús Eguiguren, que está feliz porque “el lunes fue el primer día de paz en Euskadi”.
En esto de la felicidad Jesús Eguiguren es un hombre con pocas ambiciones, se conforma con los eufemismos de Rufi Etxeberria como es llamar al terrorismo “violencia política” o esta otra declaración: “Nosotros entendemos que ETA ha puesto un suelo, unas condiciones sobre las que se puede y se tiene que edificar la salida definitiva a un conflicto que tiene una vertiente armada”. Si esto le suena a música celestial, es porque comparte la justificación de los atentados de ETA como respuesta a la violencia y represión del Estado. La paz de la que tanto se le llena la boca, es imposible que llegue cuando no existe guerra alguna, sino hombres que asesinan de un tiro en la nuca. Los mandangos hemos convivido con la muerte cincuenta años hasta llegar a asumirla como fondo de pantalla, podemos estar otros cincuenta. No hay suelo ni condiciones sobre las que edificar la salida definitiva que no sea la Justicia; y como La felicidad es lo que acompaña a toda satisfacción, visto que el presidente del PSE es de fácil contentar, que entretenga la espera con un chuletón.
SORTU es el mismo perro, pero con distinto collar, ninguno de sus representantes en sus declaraciones da muestras de arrepentimiento. Iñaki Zabaleta se ha negado a condenar los asesinatos de ETA con el argumento de que no lo pide la ley. Necesita algo más ilegalizar este engendro?
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