¿Es el arzobispo de Sevilla primo de Bibiana Aído?

De vivir Antonio Machado además de tener problemas con la justicia por pedófilo, sería un escritor sin posibilidades de ganar el Certamen de poesía de Ciudad Real y mucho menos el Adonais, del Planeta ni hablo: un fracasado. El arte de versificar las emociones que despierta en un alma sensible la realidad del país, es (sin exagerar) infiniiiiitamente más complejo en la actualidad que en su época. Fácil y simplón resulta lo de “una de las dos Mandangas/ ha de helarte el corazón”. A ver cómo se las ingeniaría cuando de DOS Mandangas se pasa a DIECIOCHO. Larios, el gato, y yo tras un análisis superficial hemos contabilizado en la tarde del domingo dieciocho Mandangas que combinadas nos ha dado la friolera de setenta y siete. Sí, ya sé que es un número impar, pero es que aquí hasta las matemáticas se les hiela la razón.

Para los asuntos patrios soy irrecuperable (Machado no contaba con el calentamiento global que hace que la congelación de mi corazón sea prácticamente imposible) lo único que consiguen es que se me abra la boca a lo Tamara Falcó cuando dobló el espinazo ante Charles Mountbatten-Windsor; algo así como "no me lo puedo creer, si esto supera lo anterior, guau".

Pues sí, doblada me he quedado, pero de risa ante “una de las Mandangas” cruce entre igualdad, iglesia, idiosincrasia sevillana y constructivismo social, cuyo resultado ha sido trillizas: la nazarena, la costalera y la soldada romana. El arzobispo Juan José Asenjo ha impuesto por decreto la igualdad entre hombres y mujeres en las procesiones de la archidiócesis. Sevilla arde en la polémica. Es una ciudad que entiende la importancia de las tradiciones, y deja en un segundo lugar fruslerías pasajeras como son: los “fondos reptiles”, en total 647 millones de euros, nada una tontería; las cámaras ocultas en un armario grabando 24 horas a Juan Recio, responsable de la Consejería que ha manejado los milloncejos anteriores; las ‘subvenciones’ de Manuel chaves a su hija Paulita; el desempleo… Y así debe de ser queridos hermanos de la Quinta Angustia, porque es comparar a dios con los gitanos. Las voces se han levantado y oigo estupefacta a propósito de las costaleras, la opinión de un tal Bejarano, juez y costalero: “habrá mujeres con mucha fuerza, no lo dudo, pero una cosa es tener derecho y otra tener actitud”, ¡qué más le dará al hombre si quieren reventar! Otro indignado no admitirá bajo ninguna circunstancia “las cuadrillas mixtas”, y en esto tengo una duda motivada por mi desconocimiento protestante: ¿es posible llevar el ritmo del paso y magrearse con la costalera que se tiene delante? Con todo lo más atractivo del decreto será la procesión de la Macarena y sus chicas centurionas, sí puedo allí estaré.

Benedetto no gana para disgustos, la semana pasada 143 teólogos católicos alemanes, austriacos y suizos pidieron que permitan casarse a los sacerdotes, que acepte las uniones de las personas del mismo sexo y que las mujeres puedan ser ordenadas, y ahora le sale un arzobispo activista pro-igualdad.