miércoles, 10 de noviembre de 2010

El periodista, un sobrentendido iniciático

Hoy en tres horas he hecho el trabajo de toda la jornada. Acto seguido he cogido mi silla y la he colocado en medio de la sala; allí rodeada de los compañeros del tajo, me he sentado con los brazos lasos pegados a los costados, una sonrisa mema en la boca y la mirada más vacía que de costumbre. Al principio no ha causado extrañeza, después conforme pasaba el tiempo unos pocos se han acercado para preguntarme si me encontraba bien –no he contestado-, la gente ha ido y venido en su rutina habitual sin prestarme especial atención. Finalmente he puesto mi silla donde corresponde, como si tal cosa, y hasta luego Lucas. ¿Qué he querido manifestar con esta acción? Primero, que es un camelo la productividad y las ocho horas de curro; segundo, que dichos lugares de curro son corrales; tercero, que si piensas que tu existencia afecta a los demás, mal lo llevas; cuarto, ser artista conceptual es la repolla. ¡Ah!, y que el pronombre posesivo “mi” es de capital importancia para los seres vivientes, como lo demuestra E.T.

Lo importante en el arte conceptual es la idea no el objeto representado, Platón reinventado para satisfacer las necesidades metafísicas del hombre actual: imagen, fugacidad y provocación.

Cualquiera puede ser artista conceptual, de eso se trata desde Marcel Duchamp. Ahora, cómo un periodista alcanza el monte Parnaso de la sección de cultura, por qué está ahí, por el método pinto, pinto, gorgorito, por qué le tocó en la rifa, o por qué es un iniciado hermenéutico. Hasta los ovarios me tienen, unos por ignorantes y otros por demasiados expertos que piensan que su lector medio es un cruce de Lady Foster y Jacobo Siruela, cuando están dirigiéndose al común de los mortales. Es el caso de Santiago Sierra y su rechazo a los 30.000 euros del Premio Nacional de Artes Plásticas 2010; leyendo, oyendo y viendo los comentarios de los especialistas nos quedamos entre ‘menudo héroe’ o ‘menuda jeta’. Es tan difícil explicar, divulgar su trabajo creativo, centrarse en algunas de las cinco preguntas básicas del periodismo: qué, quién, cómo, cuándo, dónde; en vez de tanta retórica vacía: “rabia conceptual”, “ocasión tan engalanada para esculpir una protesta”, “dentelladas”, “ocurrencia memorable”, bla, bla, bla… La mayoría de los blas pertenecen a Juan Bonilla que escribe sólo para sus ojos.

El proyecto de Santiago Sierra, No Tour Global, es una mamarrachada, que pasa desapercibido allá donde va, no así la patada que le ha dado en el esfínter al Estado mandango. Esa es la autentica obra de arte conceptual.

No, Tour Global
                                                           

3 comentarios:

  1. Es gratificante que hayan artistas como Santiago Sierra, capaz de decir NO a 30.000 euros. NO es solo palabras sino hechos, sobretodo cuando la mayoría matarían por conseguir cualquier premio nacional. Sin hablar de que apañan los premios entre ellos

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  2. Si es tan ético y honrado, por qué cogió el dinero que le pago el estado con motivo de la Bienal de Venecia. Una veces sí y otras no según le convenga y quiera hacer ruido. Hipócrita

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  3. He leído en internet que la embajada española en Alemania ha patrocinado No, tour Global en Berlín. Qué pasa que la embajada para Santiago Sierra no es el estado español?

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