miércoles, 22 de septiembre de 2010

¡Yo no quería, pero tiene unos ojos!

¡Oigan, yo no quería! Pero cuando a una la tumban, no se puede hacer nada, sólo dejarse llevar. Esta mañana yo no quería, peeero...

Larios –el gato becario- y servidora, como de costumbre, nos hemos levantado cansados, y, como de costumbre, no hemos tenido más remedio que desbaratar nuestros cuerpos en el sofá, donde, como de costumbre, nos hemos ignorado hasta que el portero nos ha traído El Inmundo, que, como de costumbre, amablemente nos lo pasa una vez lo ha leído en la garita. Y ahí, estaba de nuevo Él, en primera página. ¡Qué actividad! ¡Qué empuje! ¡Qué discurso más variopinto se trae: uno para cada escenario! Yo no quería, hay en Mandanga otros temas más sugerentes como la boda de Gustavo de Arístegui con la mora o como es de apañada La Gamba (no necesita estilista, ella misma se pone unos alfileres en el escote, ¡y hala!, al churrún de la pasarela Cibeles) o la indemnización a las mujeres vejadas en la guerra… ¿Qué guerra? ¡Aaah, no me acuerdo! A ver si será la de la Reconquista, no, no, me suena más acá; la de la Independencia, no ésta tiene que ver con los gabachos; ¡uf, ya está!: una de las Carlistas.

Yo no quería, pero qué voy hacer, si Él es un fichurero (nombre que se da en tierras flamencas al que no para de tener ideas, a cuál más peregrina). Pues he lo aquí, hecho un figurín en diferentes situaciones de hombre de estado: cumbreando en la ONU, donde defendió la creación de una tasa para las transacciones financieras; haciéndose la foto con el primo de la mora; departiendo con el Consejo Editorial del diario The Wall Street Journal sobre -¡atentos a la palabra!- los “retos” económicos de Mandanga; y lloriqueando a los tiburones financieros: ¡qué sí, qué os prometo un “ajuste riguroso”, os lo juro, no me quitéis la triple A, por vuestra madre, os lo suplico, mi deuda! Acabada la reunión los periodistas preguntaron a George Soros por sus impresiones, a lo que el somorgujo contestó: “una conversación muy bonita”. A mi esta contestación me recuerda la que damos cuando nos presentan a un retoño más feo que Picio, y, tranquilamente, sin inmutarnos, le decimos a los progenitores: “¡qué ojos más grandes tiene! ¿A quién ha salido?”.

Yo no quería, pero es que tiene unos ojos.

3 comentarios:

  1. Fichurero y Picio, qué recuerdos me traen estas palabras. Lástima que Picio sí le pega pero fichurero debería llevar un adjetivo más, fichurero sinvergüenza.

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  2. Entiendo que te guste provocar querida Carlota, pa eso estás ¿no? pero de ahí a poner una foto más antigua que la pana de un mal día para ponerle en ridículo...eres fichurera o malvada, elige al gusto.
    Hay que esforzarse de mil maneras para enmendar lo desarreglado, pero ¿qué quieres? de donde va a sacar lo que no hay? pero el chico es aplicado e intenta hacer los deberes que sus compis le ha puesto

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  3. Ahora resulta que nuestro héroe es el delegado de curso aplicado, ¡menuda suerte hemos tenido!, y yo pensando que nuestro procer era autónomo, perdón, autómata.

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