lunes, 27 de septiembre de 2010

No, no son ni Sacco ni Vanzetti.

A primera hora de esta mañana he puesto incienso por toda la casa, he abierto las ventanas, y desde ellas inundo el barrio con los épicos versos de A las Barricadas –grabación de 1936, ¡por favor, no piensen que es la versión SGAE de Ana Belén y el Quesepaseaporeljardín!-. Habrá himnos, dirán ustedes, de mayor grandeza heroica, puede ser; pero a mí es el que me conmueve, me inflama de pasión, me arrastra a la nostalgia y a la melancolía de la imposibilidad. Ese malestar de la memoria está más cerca de la magdalena íntima e individualista de Proust, que de la solidaridad obrera de Ignacio Fernández Tojo, navegando por el Báltico, o de los gustos culinarios de Cándido Méndez. Sí, aquí estoy, de aquí no me muevo a la espera de la Huelga General y del advenimiento del nuevo sindicalismo.

La vida es un continuo fluir o, por el contrario, el ser es uno, y nada cambia. En esta discusión, llevamos enredados desde el año 450 B.P. (1), y al día de hoy seguimos sin llegar a un acuerdo. En lo que todos estamos de acuerdo -pertenezcamos a una secta u otra, incluida la sindicalista-, de lo que no tenemos ninguna duda, y sí una certeza: es que Tojo y Méndez no son ni Sacco ni Vanzetti, y, por supuesto, no morirán por ninguna causa.

Si por un milagro de San Judas Tadeo, Georges Sorel saliera de la tumba; volvería raudo a ella al verlos como gallinas estabuladas del poder político. Perdieron la fe sindical y se convirtieron en unos cínicos, sólo interesados por el momio: ¡¿qué es eso de la lucha sindical como medio de transformación revolucionaria?!, ¡¿qué es eso de acabar con el sistema capitalista?!, ¡¿qué eso de pactar servicios mínimos en una Huelga General?!, ¡¿dónde está el instrumento de lucha?! No hay nada más irritante que ver a los defensores del movimiento obrero zampar de los Presupuestos Generales del Estado, vivir del sistema, ser el sistema. No me extraña, que para los Tojos y demás burgueses devenidos en sindicalistas viajeros, la reforma fiscal pase por aumentar los impuestos y no por reducir el gasto público improductivo: tendrían que trabajar o al paro, como el resto de los mandangos. ¡Y eso nunca, antes la mentira de la Huelga General que perder el ático, antes robar qué vivir de los poco afiliados que tienen! ¡A dónde iría Cándido sin su sushi!

(1) Para los que sean unos catetos, además de xenófobos y racistas en el datar, les recomiendo que aprendan del museo de la Evolución Humana en Burgos, donde, para no herir sensibilidades, han sustituido los términos “antes de Cristo” por “Before Present” (antes del presente). Y después dicen que los castellanos son unos rancios.

3 comentarios:

  1. Bakunin dice: nos vemos mañana a las 18h 30m en Oporto.

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  2. Envueltos en la bandera roja y negra

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  3. Siempre unidos compañeros, siendo fieles a nuestros principios más básicos, que no es el comer

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