miércoles, 8 de septiembre de 2010

Una duda razonable

Desde que volví de holgar, todos los días recorro la misma vereda que me lleva de la casa al trabajo y del trabajo a casa, sorda a las voces dionisiacas que pretenden apartarme de ella. No hay gin tonic, no hay amigos, no hay tres de la madrugada en prosaicos bares sin aspiraciones de alcanzar el espacio, me da igual Bruno y sus tentaciones carnales. No hay nada, salvo la soledad del estudio, el recogimiento entre libros, papeles caídos y notas tomadas febrilmente. Sea este extrañamiento de mí, si logro demostrar que no es casual la sobreabundancia de impúberes y angelillos en la iconografía católica. La investigación ha sido laboriosa y me ha dejado los ojos psicotrópicos, pero ha valido la pena, con menos pistas Dan Brown ha hecho de María Magdalena la fundadora del cristianismo.

Los expertos de Mandanga en comportamientos sexuales transgresivos, no tienen que viajar hasta los archivos del Vaticano, basta con acudir al Monasterio de El Escorial donde encontrán abundantes signos de que la casualidad es sólo aparente, una duda razonable.

Lo primero que hace sospechar, era la ubicación del aposento del prior. Éste se encontraba justo debajo del dormitorio de los novicios, cuyas edades oscilaban entre los siete y los trece años. Cito al erudito P. Santos cuyo lenguaje críptico me da mala espina: "Ay aqui tambien vna Puerta de vna Escalera, que sube desde la Celda del Prior, por donde suele entrar à visitar al Nouiciado, y à tenerles Capitulo, los dias que quiere".

En los bellos cuadros dedicados a ensalzar la inocencia infantil que adornan las paredes de las habitaciones, pasillos y dependencias de esta parte del edificio, conocida por la Torre del Prior, hallaremos no un signo, ¡un reguero! Destaco dos por su voluptuosidad y atrevimiento: Una Madonna de Bernardino Luini y una Circuncisión de Parmigianino (Institute of de Detroit). Sobre el oleo de Luini, el P. Santos no se corta: "Pintura hermosissima, llena, agradable, tiene à San Iuan, y à vnos Angelillos, con las mas significatiuas acciones, que pueden imaginarse".

Podría seguir, pero el formato lo impide y dejaría de mencionar la más sobrecogedora. Al fondo de las Salas Capitulares, estaba la celda baja del prior, hoy se puede admirar el fresco que cubre su bóveda, y que milagrosamente se salvo en el incendio de 1.671. Es el Juicio de Salomón de Francesco da Urbino, aunque hay niño a punto de ser descuartizado en aras de la justicia, el tema no tendría mayor transcendencia que la bíblica, si no fuera por una figura masculina que aparece a la izquierda. Cada vez que la miro huelo a un anónimo Gilles de Rais.

1 comentario:

  1. Gilles de Rais, es un santo varón y a usted,querida VK,le recomiendo una vuelta de tuerca a la ginebra de su tierra natal.

    ResponderEliminar