lunes, 21 de junio de 2010

Los tecnosexuales se citan en el Congreso

Como el reinado de Witiza, oscuro y tormentoso se presenta el proceso de madurar. ¿Quién soy? Hay personas que la gran pregunta se les atasca hasta la muerte, y otros que no llegan nunca a planteársela. Digamos que se encuentran en una permanente inmadurez, no han superado la adolescencia, etapa donde la presencia o la ausencia de crisis y compromisos forman nuestra identidad. Distinguir a los que pertenecen a este segundo grupo es fácil, ya que la sociedad de Mandanga es prolija en ellos. Es el motero cincuentón achaparrado que vemos bajarse de la Harley-Dadvison, cuya cilindrada le pondría en la galaxia más cercana con un solo golpe de muñeca; es la fashion victim; y es el neófilo, nombre con el que se conoce a los aquejados por el síndrome de estar a la última en los gadgets más sofisticados, el iPhone sin ir más lejos.

Allá cada cual con su dinero y sus patologías adictivas. Pero se me ponen los pelos como escarpias observar a los 350 diputados poseídos por el síndrome del comprador compulsivo con cargo a los presupuestos. Con la que está cayendo, la última de estos tecnosexuales del Congreso es gastarse 90.000 euros en sustituir la obsoleta blackberry por el iPhone 4. El negocio para los mortales mandangos es un ahondar más en la ruina; no así para MoviStar, empresa que estará trabajando a destajo para que a la vuelta de vacaciones no se quede ninguno sin su juguete. Leo la excusa perfecta: “con este tipo de aparatos, que incorporan un certificado personal de firma electrónica, los diputados pueden presentar todo tipo de iniciativas parlamentarias desde cualquier lugar”. Sí, desde la Seychelles, el puticlub o la taza del váter, el caso es facilitarse ellos mismos el absentismo laboral.

No estamos "En brazos de la mujer madura" de Stephen Vizinczey, sino en los de unos niñatos con propensión marginal al consumo cercana a 1, inestables emocionales, carentes de autoestima, dependientes que buscan la aprobación, probablemente con la sexualidad atrofiada, que necesitan poseer el último modelo de móvil para excitarse y exhibirlo como muestra de poder y de estatus social. Qué conste que esta descripción de la “difusión de la identidad” viene descrita en cualquier manual de psiquiatría.

P.S. ¿Sabrán los legisladores de izquierdas y el flamante partido de los trabajadores (antiguo PP), siempre preocupados por el bienestar de la humanidad, que el iphone está fabricado en China, por FOXCONN, una ciudad-fábrica, donde trabajan, comen y duermen 420.000 empleados, por sueldos de 100€ mensuales?

2 comentarios:

  1. Es indignante, se ve que para ellos las restricciones no cuentan. Y hoy votan por la reforma laboral, los trabajadores les importa una mierda, ellos ya tienen sus pensiones sus sueldos. Y tiene la cara Zapatero de decir que con la reforma van a crear dos millones de puestos de trabajo, como cuando dijo lo del pleno empleo en las pasadas elecciones. Y todavía los votamos.

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  2. Bueno, a mi me parece que si sirve para que trabajen algo, bienvenido sea el iphone 4.

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