lunes, 22 de febrero de 2010

Poltergeist cultural

La semana pasada estuve en ARCO acompañada de un amigo con veleidades pictóricas, allí descubrí que tengo la sensibilidad de un torrezno para el arte conceptual. Ser moderno, estar a la última en la plástica contemporánea, no debe ser fácil. Un trozo de madera (tal cual) con un playmobil encima era el foco de atención de los visitantes, se detenían, se alejaban unos pasos, volvían, hablaban, daban vueltas alrededor como si miraran el culo de mármol del David, y con cara de admiración pasaban a otra. fascinados por la escena, llegamos a la conclusión de que el artista había incluido al público en la obra. Ya en la zona vips, pasamos el resto de la jornada entretenidos con el vino, los famosos de la “culture” y divagando sobre la distinción entre arte y chorrada. En ese estado de lucidez que da la borrachera, mi amigo soltó el axioma del día: “arte es aquello de lo que huyen las moscas, y mierda lo que las atrae”. Y yo asentí sin quitar ojo a lady Foster.

Si estar a la última en esto del arte moderno es arduo, ser coleccionista de videoarte y convivir con él tiene que ser la leche, la leche de modernez, la leche de hortera y la leche de desasosegante. Tras leer el reportaje y ver las fotografías del hogar de Emilio Pi y Helena Fernandino (premio ARCO 2010 al coleccionismo de videoarte) me temo que la patología o el estilo de vida del matrimonio, les llevará más pronto que tarde al frenopático. Cómo no salgan de ahí, el poltergeist cultural acabará con ellos. Entre la pantalla de un televisor siempre encendido (sólo lo apagan cuando se van de viaje), la exquisita pieza de un proyector donde un hombre está en permanente vómito y la obra más importante de la colección, una especie de ectoplasma venido del espacio imposible de describir (reconocen que es complicado vivir con él) lo de “Caroline ven a la luuuz” es un juego de niños, comparado con el final que les espera.

Ajenos al peligro que corren, la verdadera pesadilla de los Pi-Fernandino tiene un nombre: youtube. Algún día un museo albergará la colección, pero mientras tanto el vómito es de ellos.

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