jueves, 18 de febrero de 2010

El desatino de "La Gamba"

El último jueves de cada mes nos reunimos los miembros del Club RID (Republicanos Inasequibles al Desaliento) en un una tasca murciana, tomamos jumilla, zarangollo y en medio de la mesa un gran plato de mojama, nuestro símbolo de la monarquía de Mandanga. La tertulia se divide en dos partes. En la primera se analiza y discute textos de juristas, filósofos e historiadores que promueven desde la antigüedad la abolición de tan nefasta institución. En la segunda basándonos en dos tipos de rumores (Rumor 1: viene directamente de una fuente fidedigna. Rumor 2: viene de una fuente que a su vez viene de otra fuente, que a su vez…) ponemos a la familia real a caer de un burro, alcanzando momentos de gran hilaridad y descojone.

Preparaba mis anotaciones sobre Letizia, conocida en el Club como La Gamba por tener más cabeza que cuerpo, cuando cae en mis manos la revista “Vanity Fair” del mes de marzo con un amplio reportaje, titulado: “Cita en Palacio”. Francamente, no la compréis, está mal escrito, es soporífero y para colmo va de audaz periodismo de investigación; los redactores entienden por lo más audaz y objetivo a Iñaki Anasagasti hablando de los reales espermatozoides. Sin embargo, me ha llamado la atención una tierna confidencia de La Gamba.

Leonor le pregunta: “mamá, tú ¿en qué trabajas?”. La madre responde: “Por Mandanga, hija, por tratar de mejorar mi país”. La personalidad de la Principessa me la trae al pairo, me es indiferente si se ha casado por amor o por ambición (gran debate social), pero después de escuchar la respuesta no hace falta ser un lince para darse cuenta de que estamos ante una tonta del haba. ¡Una niña de cinco años le pregunta en qué se ocupa y le responde con una abstracción! Me juego una multa impagada a que la pobre niña sigue en la ignorancia y se ha quedado bizca con la respuesta. Ella no trabaja en, trabaja por. Qué abnegación, trabaja por una causa, y lo peor será que se lo cree. Rania, perdón se parecen tanto, por Mandanga trabajamos todos o dónde te crees que va nuestro dinero. ¡Ah ya! Una parte del “por” va al suegro que ya se encarga de repartirlo entre la familia. No había caído.

1 comentario:

  1. Salud y República, a mayor gloria de Dios.Y no lo dude,querida Carlota,el matrimonio fué por amor... a sí misma.

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