lunes, 25 de enero de 2010

Don Joaquín Luque, un destino en lo universal

¡Se acabaron los complejos! Por qué no reconocer lo que es de justicia: Mandaga es, ha sido y será la VANGUARDIA del mundo occidental, la primera en abrir caminos desconocidos, en romper viejos sistemas anquilosados, en alcanzar con su chisposa genialidad logros universales. Desde Sevilla ha brotado la idea, que no por insignificante removerá los pilares de la educación universitaria. “Un antes y un después”, abomino de los lugares comunes, pero no encuentro otra expresión que mejor defina este hito de la humanidad.

Naciones del mundo estar atentas a la buena nueva: la Universidad de Sevilla es la primera en dejar que el alumno acabe el examen tras ser pillado con una chuleta o hablando con el vecino de pupitre.

Don Joaquín, audaz rector de la Hispalense, en estos momentos decisivos no se deje abatir por políticos que gobiernan a golpes de encuestas, no tenga miedo a las críticas malintencionadas que desvirtúan el espíritu de su “Reglamento”, mentes estrechas; tampoco se deje intimidar por la palabra “dimisión”. Como dice el ministro de Educación, Ángel Gabilondo: “busquemos fórmulas innovadoras, formas de examen que no dependan de asuntos memorísticos”. Tiene razón, para qué tanta memoria si en cualquier momento nos alcanza el alzheimer, más vale no ejercitarla, así sufriremos menos. Pero, incluso el ministro es incapaz de ver el alcance de su propuesta. Dé un paso más allá y elimine los exámenes, porque lo único que demuestran es una indigna desconfianza hacia el estudiante. ¿Y después? El salto definitivo: la abolición de la Universidad. Usted ha nacido para esta hazaña, cumpla su destino. ¡Sea valiente y vaya a por todas, qué la historia no diga que fue un hombre sin agallas!

¡Qué momento estelar! La muerte de esa vieja institución ultrajante con la libertad y empeñada en que demostremos nuestros conocimientos. Faltaría más que en una democracia avanzada como la nuestra, el individuo tenga que demostrar su preparación. Fuera, a la calle, que se quede sólo la administración para cobrar las tasas. Gracias a don Joaquín, llegará un día en que cualquier ciudadano de Mandanga, sin otra acreditación que el DNI, se acerque a la ventanilla ad hoc y diga:
-Hola (ni buenos días ni pollas) me da un título de ingeniero Aeronáutico y una licenciatura de románicas.
-Cómo no. Son setecientos euros, quinientos por la ingeniería y doscientos por la licenciatura, si quiere doctorados tiene que pagar mil –responde la funcionaria, tras hacer las cuentas.

2 comentarios:

  1. el luque ha retirado el reglamento (sin haberse dado mucho eco en la prensa). como alumno de la US me siento decepcionado ante ingenieros insensatos que no saben legislar.

    LUQUE DIMISIÓN.

    y copiar, como siempre, sigue estando prohibido.
    mucho sarcasmo y especulacion es lo que hay...

    ResponderEliminar
  2. De tanto estudiar no se nos ha ablandado el cerebro como a Don Quijote. En la sociedad todo parece estar inventado, incluido los examenes como uno de los pocos medios para medir si lo que nos "imparten" se ha aprendido pese a que "no importe". Tal vez como la democracia, el examen sea lo menos malo, pero de qué sirve pasar un examen si luego no se sabe interpretar una radiografía, por ejemplo. Luque tiene apellido de astronauta tal vez su idea, luego retirada, le surgió estando de paseo galáctico por la luna

    ResponderEliminar