"Quiénes son, dónde están, cuando están fuera de si. De dónde vienen, dime dónde van"

Veinte hombres vestidos de oscuro, una mujer con falda de volantes de seda y zapatos de tacones rojos, un rey y un príncipe se han reunido en el senado de Mandanga; han traído con ellos un séquito de dos mil cortesanos, no es para menos. Reyezuelos que llegan de territorios en ruinas a la llamada de socorro del gran Casper de la Moncloa. Éste improvisado Adam Smith Lleva consigo un documento de dieciséis páginas; bálsamo de fierabrás que cambiará el modelo de producción de la economía, conseguirá el pleno empleo y el triunfo de las energías alternativas, al estilo de las bombillas de Miguel Sebastián, que duermen el sueño de los justo en perdidos hangares. Dieciséis páginas resumidas en el irrisible concepto de “economía sostenible” que nos llevará hacía un futuro venturoooso; si no lo impide Santard&Poor’s, ese pájaro de mal agüero. (Fuentes fidedignas me han asegurado que desde la amonestación de Moody’s, el susodicho Casper se ha agenciado una pata de conejo que lleva colgada al pecho).

El cónclave ha durado doce agotadoras horas. El momento álgido fue el debate mantenido entre dos seres, que supongo han venido de la constelación de Casiopea, los alienígenas Revilla y Barreda. El primero defendía los molinos de viento en el mar frente al otro que sostenía la supremacía de los molinos de tierra. ¡Ahí es nada la controversia! Como no podía ser de otra manera en reuniones de tan alto nivel, también se habló de la violencia machista, el cambio climático y la contención en el gasto público. Las lumbreras, exhaustas por el esfuerzo realizado, han propuesto organizar ¡GRUPOS DE TRABAJO! que pergeñarán una ristrilla de ideas allá para el mes de marzo.

Esta jornada tan ardua tuvo sus momentos de relajación. El primero la foto de familia, el que no se sienta confiado al mirarla, es que es un chinche incorregible. El segundo fue el momento cafelito, donde es de reseñar el semblante del príncipe entre grave, ausente y no entiendo nada; el convidado de piedra parece pedir a gritos la vuelta de la república, y así poder disfrutar sin sobresaltos de un agradable hogar burgués con su LetiZia del alma. El tercero llegó a la hora de la frugal comida; en un alarde de austeridad sin precedentes, los asistentes degustaron: tronco de vieiras sobre verduras confitadas con carabinero asado y reducción de vinagre balsámico, taco de mero con guiso de habas y chipirones con chip de verduras crujientes, y corona de frutas de temporada en “gelé” de cítricos y helado de chocolate.

“Quiénes son, dónde están, cuando están fuera de si. De dónde vienen, dime dónde van”. Tomo estos versos de Franco Battiato con ciertas licencias por mi parte.