lunes, 21 de diciembre de 2009

¿Era la Reina de las Nieves proabortista? Nuevas aportaciones de la Botella

Hay personajes en Mandanga que me impresionan por la hiperactividad que muestran, qué capacidad, qué preparación para realizar las tareas más dispares. Este es el caso de Ana Botella lo mismo vale para concejala, que para consejera de Caja Madrid, que para comentarista de cuentos. ¿Se puede ser un genio en cualquier faceta? Ella lo intenta, pertenece a ese grupo de mujeres que son al mismo tiempo: edificantes madres, compañeras de sus maridos, comprometidas con sus ideales, trabajadoras sin horario, deportistas, escritoras… ¡Uf!, que cansancio. Y para colmo, es una de esas inconscientes seguidoras del pensador más hipócrita y que más daño ha hecho a la civilización occidental: Jean-Jacques Rousseau. Ella, como el frívolo de su maestro, sostiene la cantinela de que el niño no conoce la malicia, es un ser puro. ¡Pues va a ser qué no! El niño es perverso, egoísta, piensa en la desaparición de su hermano, es cruel, miente y tiene pensamientos impuros.

La polifacética acaba de publicar un libro titulado: “Cuentos de Navidad”, donde la Botella ha descorchado lo mejor de su intelecto. No voy a perder el tiempo analizando sus moralinas del tipo de: la Reina de las Nieves era pro abortista, el maltrato a las mujeres –aunque la muy taimada se calla el tufo a pederastia del cuento que transcribe de Dostoievski-, la suerte que tienen los niños occidentales de vivir en países libres y democráticos y la obligación que tienen de imponérselos a los demás niños del mundo, el medio ambiente, la corrupción... No seré yo quién ridiculice tan excelsos comentarios de texto que no pasarían la prueba de la “selectiva”. Además ni ganas.

Sólo haré una puntualización. Querida Botella, nunca, nunca se debe explicar a un niño los significados de los cuentos, ya sean de navidad o de hadas como los llamaba Chesterton. Los cuentos no enseñan una moral de comportamiento, son imágenes de los conflictos internos por los que se pasan en la niñez, ritos de iniciación, meras indicaciones cuyos mensajes la mayoría de las veces no están explícitos, no tienen moraleja, se dejan a la imaginación del niño; el cual coge lo que necesita de ellos para… digamos madurar.

Pensaba vengarme en Nochebuena de mis sobrinos, padres y demás parentela, atándoles a las sillas y sin ninguna conmiseración leerles el libro de marras. Pero he cambiado de idea al escuchar las dotes para la recitación de esta nueva Margarita Xirgu, se me saltaban las lágrimas de tanto reír. Les pondré el CD que lo acompaña, así no necesitaré echar mano de la violencia; porque conociéndoles sé que se descuajaringarán de la risa. Esa noche mi narcisismo infantil tiene el triunfo asegurado.

Bloguianos felices fiestas y hasta el próximo año, marcho para Flandes.

3 comentarios:

  1. Me han subyugado estos dos perfiles de tan excelsas damas, Díez y Botella. ¡Qué ejemplos para la igualdad! ya se sabe, cuando mujeres absolutamente inútiles llegan a puestos de responsabilidad, eso significa que la igualdad ha llegado a la sociedad, porque hombres inútiles en esos puestos los hay desde hace siglos.

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  2. Compruebo que ve usted a la Botella medio vacía

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  3. Estimada Carlota, nos sigue mostrando la realidad de su pais "Mandanga" con curiosa maestría. Estoy asombrado con la existencia de Diez Botellas, un MiniYo, grupos de trabajo por doquier y pedos de vaca con poderio de destrucción. Dónde está ese país, cómo puedo llegar a él, necesito pasaporte o simplemente abrir los ojos.
    Feliz nada, un abrazo para Barón Dandy,un beso para la baronesa y a tus pies Carlota.

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