miércoles, 9 de diciembre de 2009

De como llegué a Viñuelas una fría noche constitucional

Uno de los inconvenientes de vivir en Mandanga es que nunca te aburres. Digo inconvenientes, porque con lo que más disfruto son con los momentos de tedio, de pereza mental y física. Pero aquí es imposible, siempre hay algo que distrae el vacío del pensamiento, llenándolo de miles de asuntos inquietantes. Viajaba con un amigo camino de Viñuelas, cantando alegres: “quisiera ser un pez para tocar mi nariz en tu pecera…” Cuando en pleno atasco, nos encontramos con la siguiente información del ministerio del interior: “prohibido dar de beber al conductor”. Me entró sed, y le pedí a mi acompañante que me pasara el agua, a lo que éste se negó, aduciendo que él no delinquía. Después de muchos tiras y aflojas, y tras un volantazo arriesgado le arrebaté la botella.

Como el ambiente no estaba para peces de colores, pusimos las noticias. En un afán jacobino de los padres de la patria, no se les ocurre otra cosa que hacer la exhibición democrática: "DIPUTADO POR UN DÍA”. El Congreso de Mandanga estaba a rebosar de famosos del cine, de la cultura, del deporte y de un grupo de estudiantes que leyeron la constitución. Hasta que llegó el artículo 28 y el síncope de la vicepresidenta primera de la mesa, Teresa Cunillera. ¿Será posible que un estudiante se salga del guión, tenga opiniones propias, y se atreva a exponerlas en el sancta sanctorum de los que no pegan chapa? Menos mal que estaba la Cunillera para poner orden ante tanta libertad de expresión. ¡Qué desfachatez, intentar reventar el acto! Me animé tanto en la conducción, que tuve que frenar en seco para no pasarme un control de velocidad.

Pasábamos de noticia en noticia, a cual más sugerente para mantener despierto el intelecto. Cada uno eligió su preferida, yo me decanté por la sustitución del adjetivo “minusválido” a favor de “discapacitado” y, sobretodo, por la expresión “limitaciones en la actividad”, cuando se alude a una discapacidad en concreto (ej. mudez=limitación en la actividad del habla). Me conmueve la sensibilidad del gobierno a los adjetivos peyorativos; el problema es que dentro de diez años “discapacitado” será peyorativo, es lo que suele pasar con el manoseo de las palabras. Mi amigo eligió una frase del risueño Diego López Garrido, preguntado si el proceso judicial por malversación de fondos está afectando su trabajo, responde: “en absoluto… no me ha quitado ni un minuto de mi agenda regular…” ¿Quiere decir que tiene dos agendas una regular y otra irregular? A esto freud le llama acto fallido.

Llegados a este punto, llevaba tal despiste que me equivoque dos veces al tomar la desviación para Viñuelas. Al final decidimos quitar la radio y volver a Juan Luís Guerra. Y así, con las letras indolentes de la salsa llegamos sanos y salvos a un hotel con encanto, en la fría noche del puente constitucional.

3 comentarios:

  1. Asi comenzaron los Estados Generales, ¡como se les ocurre dar la voz al pueblo!. A los handicapados los prefiero en el turf.

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  2. Es lo que tiene la radio en el coche, es como este país, podemos pasar de una emisora a otra, de un término a otro, y ya nada nos asombra. Todo nos parece parte del paisaje, las agendas, los mensajes, los ritos, los adjetivos, los hoteles,... No te preocupes por las equivocaciones pues todos los caminos llevan al mismo hotel con encanto, haga frio o calor.

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