jueves, 5 de noviembre de 2009

Comentarios superficiales de políticos escogidos al azar

Los habitantes de Mandanga se encuentran entre soñolientos y dónde viajo este fin de semana. Mientras… la prensa, la televisión, la radio y los confidenciales están enfebrecidos por el motín del BountyPP; la ¿hay crisis, qué crisis?, ¡vaya!, pues va a ser que sí, pío, pío que yo no he sido del gobierno; el huracán de las corrupciones que asola toda el litoral oriental; el “supuesto” video sexual del presidente del PP en Ceuta, un tal Gordillo (este PP es que no se pierde ni una, está en todos los fregaos); y no enumero más porque me canso.

Pero no voy a comentar estos acontecimientos que son para mayor gloria del reino, para eso están los analistas políticos. Un nutrido grupo de expertos compuesto por economistas, juristas, periodistas, sociólogos y politólogos; a los que se les conoce con el sobrecogedor nombre de: “formadores de opinión”. No, a mi me atrae más lo superficial. Así que me dispongo a investigar la imagen que ofrece los políticos mandangos con la inestimable ayuda de mi gato, al que tengo contratado como becario y asistente personal. Larios se pasea por encima de los periódicos desplegados sobre la alfombra, y donde escarba con la pata, allá dirijo mi atención. Nunca falla, tiene una intuición, que ganas me dan de aumentarle la paga.

¡Qué veo! ¿Rosa Díez se ha perdido? ¿Pensaba ir a una Kermés? No quiero ofender, pero quién se atreve a votarla, cómo nos podemos fiar de una mujer que confunde el congreso de los diputados con un cóctel en la mansión de Cari Lapique. Por ahí vamos mal, la elegancia es, ante todo, un saber elegir la prenda para cada ocasión. ¿Querrá hacerse notar y no sabe cómo hacerlo?

¡Oh! María Teresa de la Vega, vicepresidenta de Mandanga. Cómo me gustaría sustituirla por la Merkel, qué envidia me dan los teutones, una mujer sencilla, sobria, dedicada en cuerpo y alma a poner fin a la CRISIS en Deutschland, nada de perder el tiempo por la mañana en elegir un traje, sin preocuparse del corte del pelo. En cambio, nuestra María Teresa con el cabello cada vez más tieso como sus facciones. Tan, tan insustancial en la política. ¿Qué hará por Mandanga el tiempo que le quede libre, después de elegir en el guardarropa? ¿Qué quedará de ella en el porvenir, su gusto por el color heliotropo?

Queridos blogianos, no lo vais a creer, pero Larios se ha mimetizado con el personaje que me señala, y me sonríe. Claro, que aunque parezca extraño en el becario, más chocante es que el personaje en cuestión sonría, y no en una foto escogida, he ido periódico a periódico con vivo interés, y en todas está sonriendo cuál gato de Cheshire. La boca del infierno se abre bajo sus pies, las llamas queman sus zapatos, asciende por los pantalones de Milano, abrasan mejillas y calva; y él, Francisco Camps sonríe de oreja a oreja.

Huyo despavorida con Larios al veterinario.

5 comentarios:

  1. creo que es divertido tener de todo en este mundo si no ¡que aburrimiento! abogo por las portadas llenas de glamour tipo vogue, con sonrisas, pieles y gran preocupación por el típico ¿que me pongo? mientras se dedican a tan ardua labor, no pergeñan otra maldad peor.

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  2. Lo de la Merkel. Como política, nada que objetar, pero a nosotras que nos gustan los modelitos no nos da ni una oportunidad. ¡Siempre el mismo traje de chaqueta pantalón! Eso sí, lo cambia de color... Creo que es la única mujer del universo capaz de ir vestida igual día tras día.
    Los extremeños se tocan, ya sabes

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  3. Definitivamente tienes que subirle el sueldo a Larios, su intuición es verdaderamente envidiable, está haciendo historia vamos a tener que cambiar el sentido de meter la pata.
    Pónle ración doble de leche para los próximos sustos que le tienes reservados.

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  4. No entiendo este afán tuyo Carlota por meterte con las féminas de nuestro país. A mi me da igual como visten, después del retrato de familia de zapatero, cualquier cosa se nos hace muy convencional. Rosa Diez es una mujer atractivisima y muy sensual que seguro que te da envidía!!!!!!!! EN FIN!!!

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  5. Esta claro que hay gustos para todos. El concepto de sensualidad del anterior comentador es cuando menos sorprendente. Estoy seguro, Carlota, de que no tienes envidia de esa señora tan consecuente, equilibrada y constante en sus opiniones políticas.... En Fin, EN FIN

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