viernes, 15 de abril de 2011

Las Pili y Mili de la realeza

Lo diré con claridad para que luego no digan que se me ve el plumero: Casper de la Moncloa es un inútil y un necio. ¡Menudo acto fallido! Óbvienlo. No, lo que quiero dejar claro, es que el trabajo no dignifica al hombre, sino que le entontece. Viene a ser nuestro río Leteo, mientras lo cruzamos nos olvidamos que vivimos. Y lo más importante: es un lastre para la belleza femenina. Yo misma soy un ejemplo, desde el uno de abril, tras seguir los consejos de Bruno sobre la necesidad de tener un colchón que dé sustento a mi hipotética vejez, llevo currando una media de trece horas diarias. ¡Y qué he conseguido!: dos canas en el flequillo y una cara alechugá, que sólo se remedia con dos litros de botox y cuatro de ácido hialurónico, sin mencionar la falta de tiempo para depilar las pelambreras que me asoman por las rejillas de las medias.


Por poner otro ejemplo menos egocéntrico, hete aquí dos mujeres reventadas del esfuerzo: la Gamba y la Rana. Sostenerse sobre zapatos de Prada o envolverse con ropas de Varela, cuanto menos resulta agotador, no digo nada ondearse al agua la melena o alisársela. ¡Qué difícil elección! Pobre Gamba, la llaman anoréxica cuando el estilismo y el trajín de las representaciones oficiales la tienen consumida. Si es estresante competir en esto del glamour, mantener una conversación que no decaiga y esté a la altura de los personajes, tiene que ser superfatigoso*. Sabemos por los medios de comunicación que sus reales parejas conversaron sobre la Transición Mandanga, al jordano, el tema se la trae al pairo (no así a la avezada Victoria Prego, que lleva comiendo del ello desde 1987). ¿Pero y ellas de qué hablaron, del rosa palo, del gris perla, de UNICEF, de Petra, de Tintoretto, de Cervantes, de los hijos, de las suegras? “El trabajo a la persona muchos bienes proporciona”, pero admitámoslo, nos reduce a turbas de maniquís alienados.

*En honor de aquella otra palabreja pronunciada por Ángel Expósito, el Larry King mandango, mientras emitía unas imágenes del terremoto de Japón en La 10: “¡Miren, miren este sí que ha sido un supertsunami!”. Mis primos holandeses dirían “om te plassen en houden geen rekening neerzetten”, frase que paso de traducir por su alto contenido escatológico.

1 comentario:

  1. Querida Carlota; no ha perdido usted el aguijón.Enhorabuena.

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