sábado, 5 de marzo de 2011

Adolecer de sonrisas

Temo por experiencia que todo político que sonríe, sin venir a cuento o en los momentos más inoportunos, esconde, tras la mueca, manipularnos. Y, además, es un tonto del haba.

Ayer, recién proclamado candidato Francisco Camps (sin apearse de la boca abierta) exclamó en Palma de Mallorca: “Nos han quitado todo menos la dignidad y las ganas de trabajar”. Completamente de acuerdo, no te pueden quitar lo que no tienes.

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