martes, 1 de noviembre de 2011

La visión trágica del programa electoral

Habrá sido la cogorza de Marie Brizard que agarré anoche celebrando la ya clásica fiesta de Jalouín, serán los dos platos y medio cucharón extra de fabada que he comido en casa de L. con motivo de la ya trasnochada fiesta de Difuntos o que gracias a la inestimable ayuda psicoanalítica de Bruno, en mi caso ser una neurótica no es un defecto, sino una característica que me adorna. No descarto nada; pero a la seis de la tarde mordisqueando un hueso de santo, de repente, me ha sobrevenido un sentido trágico de estilo dionisiaco que tras la lectura del programa electoral del PSOE recrudece.

Cinco millones de parados y leo las mismas naderías con las que se comprometían a crear empleo en las anteriores elecciones, ahí va la creatividad sutil, el vuelo de la imaginación: “un nuevo modelo productivo, más moderno, competitivo y sostenible”; “impulsar el coche eléctrico”; “impulsar planes de investigación, desarrollo e innovación en el campo de las energías renovables"; blablá, blablá y blablá. Y la novedad estrella, mi preferida por el arranque de caballo alazán: “apostar de manera decidida por la rehabilitación integral de los sectores turísticos tradicionales del litoral mandango, pero apoyar al mismo tiempo la oferta interior”.

¡Ah, la tragedia, esa inquietud, esa insatisfacción que surge cuando se desvanecen las esperanzas! Como Baudelaire me pregunto si se puede amar al condenado y si se conoce lo irremisible.

1 comentario:

  1. Querida Carlota, yo me he quedado muy tranquila después de que Zapatitos entone el mea culpa y se responsabilice de los parados del país. ¿Renunciará como penitencia a las prebendas que como buen político que se precie en Mandanga tiene adjudicadas? De todas formas ese amanecer que nos prometen después del 20N me parece que va a estar un poco nublado por griegos vientos del este.

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